lunes, 28 de julio de 2008

El primer empleo

Julio, siete de la mañana.

Me despierto, enfilo tambaleante el pasillo oscuro hacia el cuarto de los perturbs y tomando las palabras de Milton en su ‘Paraíso perdido’, al tiempo que les zarandeo digo: “¡Despertad: levantaos; o permaneced para siempre envilecidos!”.
Bajo la almohada, una voz protesta, “¿Es que no puedes despertarnos como una madre normal?”. 
“¿Una... normal? ¿de esas que jamás ofrecerían, a estas horas, huevos revueltos con bacon?”, palabras mágicas que les hacen saltar de la cama.

Los gemelos de 16 años, y contra todo pronóstico, han aprobado el curso este año.  Mi Santo les sugirió la idea de trabajar un mes y ganar algún dinerillo para las vacaciones.   Ese era el señuelo.  Un Julio caliente, en la ciudad, saliendo noche tras noche, me ponía los pelos de punta: chicas, alcohol, peleas...    El trabajo les tendría ocupados, les sacaría de circuíto (por agotamiento), les haría responsables y conocerían otros estilos de vida.

Muy expectantes, les vimos partir el primer día hacia el concesionario de un buen amigo. “Técnicos de la empresa”, me dijeron, “empezaremos ‘en archivos’”.  Ocho horas después, derrengados, muy sucios pero no vencidos, llegaron nuestros guerreros y, tras engullir cantidades pantagruélicas de alimento, relataron su encuentro con el primer eufemismo de la vida laboral adulta: “¡Técnicos que van a construir la empresa!”, “¡los que van a montar las estanterías del archivo!”

 El tercer día de trabajo fue crítico: habían topado con la primera gran contrariedad de su escuálido curriculum: Moragón, el jefe. 
Las dantescas estanterías metálicas de 4 metros de altura que durante tres jornadas habían construído en un angosto cuarto sin ventilación, estaban mal medidas: tocaba deshacer y volver a empezar.  “Yo paso, jefa, este trabajo es una mierda, me da igual el dinero”, dijo una de sus perturbvoces, a un tris de las lágrimas.  Pero se sobrepusieron y cumplieron (“por cojones, lo haremos bien”, dijeron furibundos) para descubrir, días más tarde, que el jefe de taller pensaba que estaban “castigados” a trabajar. 
Cruzado el Rubicón y como ‘chicos para todo’ se están ganando el respeto y el afecto de esos hombres duros y esforzados.

Cada tarde se derrumban en las tumbonas de la piscina, donde duermen el sueño de los justos, con los brazos aún tintados de la imposible grasa del taller.

“Así que es cierto”, me dice una vecina con la nariz arrugada por el disgusto y su tontorronísima cría birrepetidora al lado, “los habéis puesto a trabajar”.   Contesto sin inflexiones, mirando a su hija, antes de darme la vuelta en mi toalla, “el trabajo y el esfuerzo enmiendan toda idiotez natural, por más severa que sea”.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo no sé si es la alergia o tu post pero ME se saltan las lágrimas

:-)

Anónimo dijo...

Ah, pues a mí me parece la mar de original ese despertar. Lo que habría dado yo por que mi madre me levantara así un día, ¡uno sólo!, en vez de un pipipipip del despertador porque ya sólo quedo yo en casa.

Quizá soy la que más cerca de todos está de los gemelos, con mis veinte años. Y a favor de ellos tengo que decir que están haciendo un gran trabajo, nunca mejor dicho. Ahora la juventud es (somos) mucho más... ¿ombligo del mundo? No es fácil dejarse mandar de forma tirana sin rechistar, antes venía como ya dado, ahora estamos muy mal acostumbrados. Que en el cole, instituto o universidad también te ordenan, pero es otra cosa. A tu favor diré no puedes ser mejor como despertadora matinal y comentarista vecinal. Totalmente de acuerdo contigo. Mejor trabajando (o haciendo deporte, como yo hice natación) y creciendo que haciendo el subnormal por la calle.

Un saludo.

Quique dijo...

Tener un trabajo es tener un lugar en el mundo. Si además te permite vivir de él, es la leche. Y si además te llena, o te gusta, ya es la monda.

Un beso.

Ginebra dijo...

Sí, yo estoy buscando algo para Kenya, a ver si así se le centra un poco la neurona.

Anónimo dijo...

Se echa mucho, mucho, MUCHO de menos tu columna. ¿Con qué me río yo ahora los domingos por la mañana...? A ver si viene ya septiembre y vuelves a escribir ;)
Saludoos!

Anónimo dijo...

La verdad es que la mejor forma de distraer a una adolescente de la salir, es el deporte (preferido cuando estas con amigos), o el trabajo (simplemente por cobrar =P), además el primer trabajo siempre es el más emocionante, aunque sea horrible, es una experiencia que recuerdas siempre jeje. Pero no siempre es malo salir, que ya sé que existen los sábados y los domingos para eso, pero en pleno verano lo suyo es salir por la noche al chiringuito de la playa (si es que tenéis playa, yo tengo la suerte de que si.) o por ahí a la discoteca, o simplemente por la tarde a salir de "caza" que es por simple diversión, y un adolescente que tenga la cabeza sobre los hombros (que somos pocos xD), sabe lo que puede tomar y lo que no. Y no te quedas "fuera" del grupo por no beber, yo pongo el caso de la moto que es parecido, aunque no igual, porque yo no tengo moto y cuando salimos mis amigos vienen conmigo andando; y de cada uno sale beber o no, yo no bebo, y mis amigos normalmente tampoco, y también sabemos hasta donde podemos llegar, y hasta donde no..., vamos que tampoco somos unos "quinquis" como para que nos alejéis de un mundo en el que la mayoría de vosotros habéis estado, porque calculo que rondareis los 30 o 40 o quizás algún caso los 20, y sabéis lo que hay por las calles, que hay sitios donde no hay nada malo, y hay otros sitios donde el que no ve lo que pasa es porque no quiere..., veo muy bien que intentéis que no volvamos tarde, que nos digáis: niño no vayas solo a ninguna parte, ten cuidado, quieres que te llevemos hasta la casa de tu amigo?... y tú te quedas como, no gracias dejadme salir de la casa para poder respirar, pero en el fondo sabemos que es por nuestro bien, y que si nos lo decís haremos caso, porque sabemos lo que es correcto y lo que no. También sé que hay adolescentes en los que puedes confiar y en los que, desconozco el caso de cada uno, pero creo que alguien que es capaz de sacar un curso adelante con una media de 8.5 mínimo, se merece tiempo libre; dormir hasta las 11 de la mañana y acostarse a las 4 de la madrugada hablando con la novia por el MSN. Todos somos libres de escoger lo que hacer en el verano, pero no nos gusta que nos restrinjáis las salidas hasta las 12… xD.
Atentamente: Un adolescente muy salido.
P.D: Porqué cada vez que se pronuncia la palabra salida nocturna, os viene a la cabeza, chicas, alcohol, peleas, sangre…?? Que estamos en una sociedad conflictiva, pero no es Melrose Place… VV.

Anónimo dijo...

Me ha parecido muy interesante tu comentario, pero no comparto para nada tu opinión. Por que, como tú dices, los adolescentes que tenéis la cabeza sobre los hobros sois muy pocos, y el resto de nosotros muchas veces merece ser muy vigilado, que a saber qué paridas se nos ocurren (y que no lea estas líneas mi madre, que luego a lo mejor le da por aplicármelas, y tampoco hay ganas xD). En el caso concreto de este blog los hijos un poquillo trastos sí que son, y supongo que no está de más vigilarles. Respecto a otra cosa que escribes... "un mundo en el que la mayoría de vosotros habéis estado, porque calculo que rondareis los 30 o 40 o quizás algún caso los 20, y sabéis lo que hay por las calles". Pues eso, que lo saben, y saben que cuando salimos de casa no es para ir a cenar a casa del último premio Nobel, que a menudo atrae más el peligro que lo seguro.. Y que, sabiendo todo eso, a ver cómo dejas a tus hijos salir a la calle y quedarte tu completamente tranquilo.
Respecto a tus últimas líneas.. qué se te viene a ti a la cabeza cuando escuchas esas palabras? En mi caso, no hay mucha diferencia entre lo que pueda pensar mi madre y lo que pueda pensar yo.
En todo caso.. somos adolescentes, coño, hay que disfrutar el verano!! xDDD

Anónimo dijo...

Pues va a ser que tienes razón en lo de que son un pelín trastos, me he estado leyendo las demás entradas =P. Y sobre lo de los padres, es verdad que los padres no se quedan tranquilos cuando salimos, pero por mi condición de adolescente “sensato” prácticamente no tengo normas, y cuando salgo no tengo hora de llegada, aunque también es porque me lo he currado… (15 largos años de sinceridad), también es por eso por lo que nunca tengo problemas con mis padres, y a veces creo pensar que todos tenemos la misma condición a la hora de salir (fallo mío), he ahí el caso de una amiga que tengo, que solo puede salir por las tarde en verano hasta las 9, eso me parece pasarse, y la chica es todo lo bueno del mundo, pero los padres se niegan a que la niña salga cuando es de noche, por si le pasa algo, está bien proteger pero todo en un límite (que es normal que los padres protejan a los hijos, pero normalmente con tener principios y conocimientos sobre esas cosas suele ser bastante, aunque hay adolescentes que simplemente necesitan vigilancia, porque sí y ya está.) Y lo de la pregunta de lo que te viene a la cabeza sobre las palabras salida nocturna, pues simplemente: chicas, música, baile, plaza, pipas, helado… es que no se, las palabras de sangre, peleas, y todo eso, pues para mí son inexistentes, se que están ahí a la orden del día, pero como nunca me he metido en ninguna… pues, es como si no existieran. Pero no necesariamente cada vez que salimos, deba haber una. En conclusión, es bueno proteger a los adolescentes en su medida (aunque si es necesario vigilarnos, pues que se le va a hacer…), y que la mejor forma de controlar a un adolescente es mediante el deporte o el trabajo, me acuerdo de mi verano de karate, acababa tan cansado que no podía moverme…

Suntzu dijo...

¡Qué verdad más grande! Ojalá muchos padres hiciesen lo mismo todos los veranos.

Anónimo dijo...

" chicas, alcohol, peleas... ¿?¿?¿?¿? ". ¿Pero que trinomio es ese?

¿ No habíamos luchado durante decadas, por el: Sexo , Drogas y Rock & Roll ?

Eres muy rara IT. Si fueses una madre normal, no pondrías a trabajar a tus hijos (eso se hacía en la Edad Media), y por supuesto que les proporcionarias ese capital economico tan necesario en epoca estival. Tu y tu Santo sois unos maltratadores (el trabajo cansa ).Decía uno que el trabajo no debía ser muy saludable, porque sino no pagarían por ello.

Fdo. Asier Marx