Se habían quedado en casa, estudiando. Pero al volver de una cena y coger la rotonda que desemboca en nuestra calle dos ciclomotores nos adelantaron al mismo tiempo, cada uno por un costado del coche. Mi Santo masculló una palabrota viendo cómo doblaban la curva, haciendo carreritas y desapareciendo a toda velocidad.
Al entrar en nuestro garaje casi chocamos con uno de esos ciclomotores que salía haciendo caballitos sobre una rueda , conducido por un joven sin casco. Mi Santo cruzó el coche en la misma rampa interceptando la moto, a la que se había unido la otra que habíamos visto en la rotonda y….. ¡oh, sorpresa!! la de nuestro perturbgemelo con él y dos chicas, como montura. Nos bajamos y vimos varias cabezas que se agachaban, escondiéndose tras los coches cercanos a las plazas que se usan para las motos.
-“¡Salid ahora mismo súcubos del Averno!” - gritó mi Santo, furioso como un William Wallace redivivo. Uno a uno fueron saliendo hasta diecinueve chicos y chicas, pálidos del susto. “¿Dónde estará el otro perturb?”, le pregunté bajito. “Ahí”, contestó. En el mismo centro del pinturero grupete de perturbs, al lado del esqueleto de su moto –que estaban trucando para quitarle los topes que limitan la velocidad–, rodeado de piezas, herramientas, bebidas, vasos de plástico y botes de pintura.
-“Apaga la música”, volvió a decir Thor (¡digo mi Santo!), con voz de trueno. En el tenso silencio, la súbita entrada de Luisete sobre su moto enarbolando una botella de whisky fue… tarantinesca.
La visión de mi Santo, con sus dos metros de indignación y los brazos en alto (impresiona al más bragado) hizo que Luisete perdiera el equilibrio y cayera al suelo. Su ciclomotor en estertores y un charco de whisky pusieron final al tenso silencio de los perturbs: gritos, conatos de excusas, amenazas, menciones a la madre, profecías y el sermón de la montaña se sucedieron, alternativamente.
“Sin paga, sin moto, sine die”, castigó a los perturbs, consciente del peligro que supone conducir una moto trucada (vehículo inestable, actitud impulsiva, exhibicionismo y escasa formación vial forman una ecuación que deja cada año 9.500 víctimas entre muertos y heridos; palabra del Instituto de Tráfico y Seguridad Vial). “Así que todos pasareis una prueba de pericia…”. Recolectó sus carnets, hizo que pusieran los botes a distancia de tres metros en línea recta, se subió en una de las motos e hizo un slalom a una velocidad vertiginosamente lenta, manteniendo el equilibrio. “Teneis una semana para entrenar”, fue lo último que les dijo antes de marcharse abanicándose con sus carnets.
(Publicado en el MAGAZINE de EL MUNDO. 17/02/2007)
domingo, 17 de febrero de 2008
Fiesta en el garaje.... (oooojjjjjjjjjhhhh...!!)
domingo, 18 de noviembre de 2007
Lo mismo da focas que corderos...
Sólo hay que recordar, por ejemplo, el suicidio de Justin DeJong, un chaval de 18 años, asiduo a foros de videojuegos y el mejor creador de mapas de Counter Strike, según los entendidos. Causó tal impacto en la virtualidad y le dedicaron una tumba en uno de los juegos. O el caso de Sek Man Ng., asesinado junto a su hermana por el exnovio, y resuelto gracias a la última entrada en la bitácora del joven: (..)El ex novio de mi hermana está aquí, fumando y recorriendo toda la casa. Suerte que se irá pronto(..) O, el aún más espeluznante, de Rachelle Ann M.Waterman, culpable del asesinato de su madre porque llevaba un registro de sus pensamientos en el blog llamado, para mayor escarnio, “My crappy life, the inside look of an insane person”.
Los perturbs viven otra parte de su vida, igualmente real, en Internet. Y sólo conociendo esa comunidad y comprendiendo su lenguaje podremos prevenir daños y comunicarnos con ellos. Mi Santo y yo hemos decidido renovarnos. Crearemos un blog, elegiremos nicks. Lo importante es no quedarnos fuera. Por eso adoptaremos nuevas palabras para viejos significados, tomando ejemplo de aquellos audaces misioneros del relato de Pritchard que, incapaces de hacer entender a los esquimales lo que era un cordero… acabaron por enseñarles que: “Cristo es la Foca de Dios que quita el pecado del mundo”.
viernes, 16 de noviembre de 2007
Los perturbs y el ardor I
¡ja!
-El sexo está YA adueñándose de mis pobres cúmulos de hormonas (antes llamados: hijos).
Así es.
Oh, sí-sí.
Vamos a ello, ¡sin miedo!, aprovechando la oportunidad y la maravilla de la vida dejándose sentir por todas partes.... órganos reproductivos de mis hijos, incluídos.... ¡ay!
Y para empezar lanzo al aire algo que los padres tenemos que tener muy claro: NO NECESITAN PERMISO DE NADIE. Están en su derecho al reclamar su derecho a la sexualidad y al libre ejercicio de la misma.
Y, además, tienen derecho a que nosotros, sus personas de confianza, sus padres -los primeros- y más tarde sus profesores, tutores y demás personas que participamos en su formación y educación, aportemos todos los conocimientos que necesitan para que esa parte tan fundamental de su vida sea GLORIOSA Y FELIZ y no arriesgada, peligrosa, desestructurante o de consecuencias fatales... por falta de información.
Es para nosotros, los padres, una oportunidad magnífica al mismo tiempo que un reto que nos guiña el ojo (es decir: irresistible!!), el conseguir transmitirles -también en éste tema- nuestros valores, los principios en los que creemos personalmente y que tal vez a ellos también les sirvan.
En agosto de 2000, se reunieron en Tlaxcala representantes juveniles de 78 agrupaciones mexicanas provenientes de casi todas las entidades del país, y elaboraron la Declaración de Derechos Sexuales de los Jóvenes, documento donde plasman su aspiración a vivir una sexualidad libre y responsable, placentera y protegida, respetuosa y equitativa.
Agosto del 2000
Derecho a la autonomía sobre mi cuerpo y mi vida sexual. Decido que hacer con mi cuerpo y mi vida sexual y exijo respeto a mi libertad.
Derecho a disfrutar de una vida sexual placentera. Yo disfruto de mi cuerpo y del ejercicio de mi vida sexual, y necesito un ambiente libre de culpas y coerción.
Derecho a manifestar públicamente mis afectos. Expreso mis sentimientos y afectos en espacios públicos, fomentando así una cultura de convivencia armónica.
Derecho a decidir con quién compartir mi vida y mi sexualidad. Decido libremente con quien o quienes compartir mi vida, mis sentimientos, mis afectos y mi erotismo. Deben ser reconocidas y respetadas las formas de unión o convivencia que yo elija.
Derecho a la privacidad en mi vida sexual. Tengo derecho al respeto de mis espacios privados y a la confidencialidad en mi vida sexual. Ninguna persona o institución tiene derecho a transgredirlos.
Derecho a vivir libre de violencia sexual. Nadie debe ser objeto de coerción o violencia sexual en su familia, con su pareja, en el trabajo o en cualquier otro ámbito en el que se desarrolle. Los sistemas de impartición de justicia deben protegerme y garantizarme el ejercicio libre de mi sexualidad.
Derecho a la libertad reproductiva. Decido tener o no hijos, cuántos y cuándo de acuerdo a mis posibilidades y deseos. Para apoyar mi decisión, tengo derecho a información y servicios de salud.
Derecho a la igualdad y a la equidad. Todas las personas somos libres e iguales en derechos y esto incluye el ejercicio de nuestra sexualidad.
Derecho a vivir libre de toda discriminación. El ejercicio de mi libertad no debe ser condicionado por mi edad, género, sexo, orientación sexual, estado de salud, religión, estado civil o forma de vestir. El Estado debe garantizarnos la protección contra cualquier forma de discriminación.
Derecho a información completa, científica y laica sobre sexualidad. Para decidir libremente sobre mi vida sexual necesito información sobre placer, vida afectiva, equidad e igualdad, reproducción, perspectiva de género, diversidad y/o cualquier otro tema de la sexualidad.
Derecho a educación sexual. La sexualidad es parte integral de nuestro desarrollo, la educación sexual debe estar presente en todos los programas educativos para la infancia y la juventud de las instituciones públicas y privadas, fomentando la equidad, la igualdad, el respeto.
Derecho a servicios de salud sexual y salud reproductiva. Tengo derecho a que el Estado me proporcione atención gratuita, oportuna, confidencial, de calidad, y sin ningún tipo de prejuicios en todos los servicios de salud.
Derecho a la participación. Tengo derecho a participar en los espacios de toma de decisión que tienen que ver con mi sexualidad y mi reproducción, desde el diseño, implementación y evaluación de programas, políticas públicas e instituciones sociales.
Esta Declaración es el reflejo de las y los participantes de 28 estados de la República Mexicana, representantes de 78 organizaciones civiles e instituciones gubernamentales que asistieron al Foro Nacional de Jóvenes por los Derechos Sexuales, realizado en La Trinidad, Tlaxcala, que convocó el Instituto Mexicano de la Juventud, la Dirección de Programas para la Juventud del Gobierno del Distrito Federal, Acción Educativa por la Salud Sexual, A.C. y ELIGE Red de Jóvenes por los Derechos Sexuales y Reproductivos
jueves, 4 de octubre de 2007
Se hace saber
Nadie debería creer que soy una dulce muchachita... o una "señora bien" con las uñas lacadas... o una ejecutiva sin más armas que un cerebro negociador... no.
No.
Soy, también, una asesina.
Alguien que, posiblemente, podría llegar a matar, con furia y sin medida, por instinto.
Sí.
Recuerdo, hace ya casi veinte años, cuando el primero de nosotros fue padre, cuáles fueron sus palabras: "Me siento un león, protegeré con mi vida esta vida"... y lo extrañas que me sonaron.
Y hoy yo siento mis garras de leona y todos los músculos tensos, el lomo erizado y la mirada vigilante... porque mi vida es la sabana llena de peligros y mi mayor tesoro esos que fueron, los de ahí arriba. El mundo nuestro y de ellos es un lugar, muchas veces, atroz. Tanto como para que, al más pequeño, un viejo sátiro y pederasta, aprovechando los muros de un colegio, hiciera intento de profanación.... tanto como que, al primero de la derecha, le ofrecieran cien euros a cambio de grabarle mientras le daban una paliza.
Esos llevan ya la marca de mis dientes.... porque, se hace saber, que puedo llegar a matar.