Nacer es el más maravilloso de los regalos.
Es, también, haber sido el mejor y más rápido (espermatozoide) entre miles.
Así pues.... no se puede tener un mejor comienzo.
-No deberiamos olvidar lo anterior-.
Nada que nos ocurra a lo largo de los años (y cuando digo nada es NADA) será más difícil que esa primera carrera por llegar al óvulo.
Durante la infancia y según crecemos nos vamos armando de "utilidades" y "aplicaciones". Aprendemos estrategias. Comprendemos. Conocemos y dominamos nuestro entorno.
En la adolescencia es la maravilla de entrenar esas herramientas en forma de músculos y neuronas. Sin moldes establecidos, con todo por hacer. Pura posibilidad y potencia.
Somos los dueños temporales de nosotros mismos. De aquellos que somos y de la capacidad de ser quién y lo que queramos.
Vive con intensidad. Con ganas. Sin perderte nada, con garra. A tu paso y marcando tu ritmo personal. Ensaya el salto. Ensaya cualquier posibilidad que imagines. Preparáte para cuando te lances. Siénte libre. No tengas miedo.
Y SALTA!
Eso.... es vivir.
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