lunes, 2 de junio de 2008

Aquella edad...


"Ya ves qué tontería
me gusta escribir tu nombre,
llenar papeles con tu nombre,
llenar el aire con tu nombre,
escribir a mi padre muerto
y contarle que te llamas así,
me creo que siempre que lo digo
me oyes.
Me creo que da buena suerte:
Voy por las calles tan contenta
y no llevo encima nada más que tu
nombre".

Gloria Fuertes



"Sí", dijo la Mini, "a esta edad sólo se ama o se odia. No hay término medio".

Y es cierto.
Con los años perdemos la capacidad de apasionarnos sin remisión, de arrebarnos absolutamente.  Perdemos la capacidad de tener sentimientos llevados a la totalidad y el agotamiento.  Perdemos el idealismo, la bella inocencia y la radicalidad. 

 ¡Oh, aquella potencia intacta, de la niñez!

Adolescencia...  tiempo en el que todo es posible.  Donde todo es oportunidad, rabia, pasión, certezas y violenta explosión de posibilidades.  Hundimiento y rompimientos de Gloria.  

¡Qué maravilla de edad!  ¡Quién volviera a ser adolescente!  ¡Quién volviera a sentir con cada célula, con cada micra de piel y alma!  
Quién pudiera volver.  Y enamorarse.  

2 comentarios:

Sir John More dijo...

Y después a algunos nos llaman pesimistas... Y algunas optimistas relevantes tiran la toalla en cuestiones fundamentales para que un ser humano siga siendo un ser humano y no un aburrido animalito preprogramado fiel a la colmena... Vamoooooos, qué cabreo con este post...

aldara san lorenzo dijo...

Estoooo..... ¿mande??? (juas, juas)