Algunas veces, en el fragor de los eventos que se suceden, agolpan y nos zarandean, entre las prisas, el stress del trabajo, los problemas domiciliarios y resto de urgentísimos apechusques del día a día... cuando cae la tarde (y los perturbs, en sus camas) y nos quedamos -¡al fin!- solos, sentados juntos, mi Santo y yo.... le miro yyyyyyy.... me pasa algo parecido a ésto:
martes, 26 de febrero de 2008
Estoooo.....
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1 comentario:
Sí, me suena. Me pasa incluso conmigo misma.
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