sábado, 26 de abril de 2008

Un mensaje electrónico de un adolescente...

(Extraido de un "Caso Práctico" publicado por Vicente Cerdá, Policía Local de San Vicente. En la página "AGIS, Policías en las Aulas")


Mensaje electrónico extraido de un menor:

"Señor, esta noche te pido algo especial: que me conviertas en televisor. Quiero ocupar su lugar, para poder vivir lo que él vive en mi casa. Tener un lugar especial para mi y reunir a todos los miembros de la familia a mi alrededor.
Ser el centro de atención al que todos quieren escuchar, sin ser interrumpido ni cuestionado.
Que me tengan en cuenta cuando hablo y crean todo lo que digo. Sentir un cuidado esmerado e inmediato cuando algo en mí no vaya bien. Tener la compañía de mi papá cuando llega a casa aunque venga cansado del trabajo.
Que mi mamá me busque cuando esté sola y aburrida en lugar de ignorarme.
Que mis hermanos se peleen para estar conmigo y divertirlos a todos aunque a veces no les diga nada. Vivir la sensación de que lo dejen todo por pasar algunos momentos a mi lado. Señor, no te pido mucho. Todo esto es lo que recibe un simple televisor, pero no yo".


Para recapacitar....

8 comentarios:

Ginebra dijo...

Yo tampoco y no me quejo.

Anónimo dijo...

Economía y familia.

Descubro en esa infumable revista que se llama Mujer Hoy (sí, leo mucha basura) una carta a la directora que me acaba de sacudir la modorra semanal.

Dice Marisa Pozo, de Málaga:
“…he descubierto que cada vez que sube el Euribor, baja la compra de artículos innecesarios y sube el tiempo que jugamos con nuestros hijos…”.

De Nobel.

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Mujer Hoy
Del 26 de abril al 2 de mayo de 2008
Página 4

Sirwood

Anónimo dijo...

Pide mucho la niña del email...
Yo me conformaría con que en mi casa escucharan al televisor. Que ni a él, al contrario que en medio mundo, le atienden en mi casa, siempre hay alguien que decide que las noticias no son tan importantes como su visión de la situación política en Antofogasta y no hay dios que se entere de las novedades en el caso de mi casi-vecina asesinada en alovera hace 2 semanas!

aldara san lorenzo dijo...

Ud., mi querida Gin, necesita que le presten atención y la quieran con delicadeza (como todo el mundo)... pero la diferencia con un niño o con un joven adolescente es que.... la carencia de esa "amóffera" (que decía Montesdeoca cuando contaba el tiempo) es que no marcará su carácter... Ud. ya tiene recursos, ya ha sido muy querida y atendida por sus padres, ya ha superado la fase crítica en la que necesita apoyo y amor como colchón amortiguador para lanzarse al mundo.

Los chicos... no.
Y muchos de ellos -quizá los nuestros, mismamente- necesitan más de lo que les damos. Hay mucho niño abandonado que vive en familia.

Fíjese... de siempre me ha gustado el humor crítico y ácido de Roal Dahl. ¿Ha leído Ud. su obra "Matilda"? -Básicamente es la historia de una niña inteligente que sobrevive a unos padres estúpidos.

Las estadísticas dicen que los niños de toda edad ven una media mínima de 4 horas de televisión diarias. Qué triste. Triste cuando se usa ese medio para evitar todo otro contacto o comunicación humana.
Se enchufa a los niños delante de la pantalla...... y se les abandona, cómodamente, ahí.
Mal.

aldara san lorenzo dijo...

Querido Sirwood..... si algo guardo en la memoria vivamente.... fueron los escasísimos momentos en los que algún adulto jugó con nosotros, de niños.
Mi padre jugando al mus... y su mirada salvaje y brillante, viva.
La abuela, haciendo trampas al tute...
El más abominable de mis tíos... haciendo carreras en bici, con nosotros. O jugando, por la noche, a "Alza la malla".

Jugar con nuestros hijos... eso que no hacemos y a lo que no damos importancia. Y que es vital. Otro aprendizaje.

Es cierto que hoy en día no tenemos demasiado tiempo, que la vida corre como a contrarreloj... de actividad en actividad... y que hemos perdido el sentido de lo que es el silencio y la paz y el placer de ver como transcurren los minutos, por ellos mismos, sin tener la sensación de estar "perdiéndolos". Pasa la vida. La nuestra y la de la infancia de nuestros hijos... y tal vez nos la perdemos... por eso mismo que implica el comentario de Marisa Pozo, de Málaga, en su comentario sobre el Euribor...
¡Que suba, entonces.... que nos devuelva a la situación de una vida más cierta y más humana!

Un beso, querido Sirwood. Como siempre no deja Ud. de encontrar unos tesoros que hacen reflexionar.

aldara san lorenzo dijo...

Mi queridísima Egoime, ¡¡menos mal que estás y que no has desaparecido!!

En el fondo (y ya sé que no estarás de acuerdo) tienes una suerte inmensa! -Hablan, cuentan, comentan... eso hacen los que en tu familia opinan sobre Antofogasta (jajajajaja) y su política-
Lo recordarás toda tu vida. Y las noticias para tí, cuando esos ya no estén, serán motivo de sonrisa y recuerdo.

Sobre las desapariciones de jóvenes o sus asesinatos.... habría tanto que decir, tanto, que creo ser incapaz de abordar con serenidad ese tema.
Por eso me dedico a lo pequeño.... a lo, también, mezquino, doloroso y cotidiano... lo que hace desaparecer y mata poco a poco... como la situación de un chico que escribe esa carta... alguien falto de atención. Postergado.

Sir John More dijo...

¡Coño!... Uy, perdón, pero es que leyendo el texto me he visto reflejadísimo. Creo que paso por una etapa en la que todo el mundo en casa tiene atención menos un servidor. Por no tener, no tengo ni un rinconcito en el que trabajar en condiciones dignas... Vamos, un verdadero paria de mi hogar. La pena es que ya de adolescente, con estas barbas, no sé si colaré...

Saludos. Yo al menos andaba (?) perdido en la tristeza y tenía excusa, pero usted, vamos, abandonar a los amigos por un viajecito, que si ahora esto, que si ahora lo otro... Ay, fíate de las madres amantísimas...

Lucía Azanza García dijo...

Hola! me ha gustado mucho esta entrada, la verdad es que tiene toda la razón.
En muchas casas la vida gira en torno al televisor, pero si eso hacer reunir a la familia, bienvenido sea.